El Casino de Montecarlo fue construido en 1863. Se encuentra ubicado junto al mar, en plena Costa Azul francesa, desde donde ha sido testigo mudo de la grandiosa evolución del Principado de Mónaco en los dos últimos siglos, en la mayoría de las ocasiones, una evolución relacionada con el glamour, el dinero, y el juego.

 

Hoy en día la tradición continúa y Montecarlo sigue siendo, para los auténticos jugadores, el lugar de referencia en el mundo de las apuestas, donde la ruleta contribuye cada noche a cultivar la leyenda de este famoso Casino.

 

Se trata de una visita obligatoria en el Principado de Mónaco, esta ciudad-estado es famosa además por sus carreras de Fórmula 1 o por su torneo de tenis que se está disputando esta misma semana en la capital monegasca.

 

En el mismo complejo está ubicado un teatro, una ópera y una casa de ballet que rodea el edificio, todos ellos realizados por  Charles Garnier, al que se le debe igualmente la majestuosa Opera de Paris.

 

Este casino estará siempre relacionado con el mítico personaje de Jamen Bond. Creado por el autor británico Ian Fleming, la historia del agente 007 es una de las más longevas de la historia del cine internacional. Seductor por excelencia, este espía es también un icono en todas las facetas que representa, y que precisamente podemos relacionar con todo lo que significa un Casino como el de Montecarlo.